Un extenso país insular
Los empleados de Fresenius Medical Care ayudan a promover la expansión de este sistema de atención de la salud, incluso en puntos remotos del país insular.
Diez horas en autobús
Es aún muy temprano cuando Amirul Mukminin se despide de su esposa y sale de su casa. La pareja de recién casados se mudó a su primer hogar compartido hace apenas unas semanas. Las calles de Banda Aceh recién se están desperezando. Los autos, las camionetas y los omnipresentes ciclomotores ponen en marcha la banda sonora de la ciudad. Con una caja llena de piezas de repuesto y una pequeña colección de herramientas, Amirul espera el autobús que lo llevará hasta Blang Pidie, en Aceh Barat Daya. Esa mañana, en especial, el autobús está repleto. Los viajeros, cargados de maletas, se apretujan en los asientos. Pero Amirul no tiene prisa. Sabe que viajar sentado diez horas o más, con este calor tropical, será una tarea ardua. Eso es lo que tarda el recorrido de los 350 kilómetros hasta el hospital de Blang Pidie. La noche anterior, recibió una llamada del hospital para comunicarle que estaban teniendo problemas técnicos con una de las máquinas de diálisis. Para Amirul, eso significó un viaje de trabajo. El técnico tiene la responsabilidad exclusiva de realizar el mantenimiento de las 120 máquinas de diálisis distribuidas en diferentes puntos de la región de Aceh. En total, Amirul atiende ocho hospitales, algunos de los cuales están en comunidades muy alejadas.
Muy necesario
El viaje hasta Blang Pidie lleva a Amirul a través del paisaje tropical de la isla indonesia de Sumatra. Emprende largos viajes como este varias veces al mes. Si se trata de un viaje a un hospital más cerca de su casa, utiliza su motocicleta.
Después del largo y agotador viaje en el atestado minibús, finalmente Amirul llega a destino. El personal del hospital lo está esperando y lo recibe cálidamente. El técnico no se toma un recreo, sino que se aboca de lleno a su tarea. Después de todo, sabe perfectamente la urgencia con la cual se necesita cada máquina allí.
Hay apenas unos pocos médicos
Los puntos que conforman la red de atención para pacientes en diálisis en Indonesia son muy dispersos. Apenas 25 000 pacientes con afecciones renales, de un total estimado de 100 000, reciben el tratamiento adecuado. El precario nivel de la atención refleja el estado del sistema de atención de la salud en el país: en promedio, hay solo seis camas de hospital y un único médico por cada 10 000 habitantes. El gasto en atención de la salud representa alrededor del 3% del producto interno bruto. Este porcentaje es bajo incluso para un país en desarrollo.
Ayuda para la playa más pobre
Desde el cambio de milenio, Indonesia se ha esmerado en mejorar la prestación de servicios de atención de la salud para sus 240 millones de habitantes. En 2014, el país dio un enorme paso hacia adelante con la incorporación de un programa de seguros de salud para todos los indonesios. Ahora, incluso los 60 a 70 millones de habitantes que viven en la pobreza y en las condiciones más básicas pueden acceder a la asistencia médica. En los próximos años, el país apunta a expandir esta atención a todos los habitantes del país insular, un titánico proyecto para este estado multiétnico. Esto demanda la ampliación de la infraestructura, en especial en las áreas rurales. Uno de los mayores desafíos radica en la geografía de Indonesia: el país abarca 17 500 islas, de las cuales más de 6000 están habitadas. Si bien el 60% de los indonesios vive en la isla principal de Java, cuya capital es Yakarta, muchas otras islas tienen poblaciones muy escasas y aisladas.
Atravesando el mar
La isla de Kundur, en el estrecho de Malaca, es una de estas islas remotas. Dos o tres veces a la semana, a primera hora de la mañana, Husin Maidin espera afuera de su casa, bajo las palmeras junto a la ruta, a escasos metros de la playa. El paciente en diálisis está atento a la llegada de su vecino, que pasa a buscarlo en su scooter. El viaje hasta el puerto toma unos 45 minutos. Desde allí, Husin toma el ferry hacia la vecina isla de Karimun, donde se encuentra la clínica de diálisis más cercana.
Si hay tormenta o el mar está agitado, el ferry no pasa, y Husin debe esperar uno o dos días para poder acudir a la clínica nuevamente. Al regresar a casa, después de un largo día de tratamiento, se siente exhausto. “Me encantaría pasar más tiempo en casa, ya que mi esposa, que ha sufrido un accidente cerebrovascular, necesita ayuda”, admite Husin Maidin.
Fresenius Medical Care funciona en Indonesia
Fresenius Medical Care funciona en Indonesia desde el año 2000 y es actualmente la compañía líder del mercado en productos para diálisis en este país. Hasta la fecha, la compañía ha instalado allí más de 1000 sistemas modernos de hemodiálisis, además de dializadores, sistemas de tratamiento del agua y demás accesorios. La compañía les provee productos e insumos a casi la mitad de todas las clínicas. En el área de la Gran Yakarta, Fresenius Medical Care dirige un centro de diálisis en el marco de una alianza público-privada. Se prevé que la demanda de tecnología médica aumente en general como resultado del nuevo programa universal de seguros de salud. El gobierno de Indonesia ha decidido incrementar significativamente la capacidad de sus hospitales y facilitar la construcción de clínicas privadas. Los pacientes en diálisis también se beneficiarán con esta iniciativa.
Ante esta situación, una de las principales tareas del personal de Fresenius Medical Care será la capacitación del personal de las clínicas para que puedan manejar la tecnología para diálisis. Este es el motivo por el cual Tri se encuentra en la sala de diálisis del hospital de la isla de Karimun al mismo tiempo que Husin Maidin. Ella es la responsable de enseñarles a los empleados a realizar las diálisis y de transmitirles las aptitudes prácticas que necesitan para manejar las máquinas.
Conexión fallida
Tri es un miembro clave del equipo de Fresenius Medical Care en Yakarta, donde está radicada la mayor parte del tiempo. No obstante, su trabajo implica también visitas regulares a otras clínicas, como la de la isla de Karimun, donde está ahora. Ella se ocupa de casi toda Indonesia. No siempre le resulta fácil esta tarea, cosa que descubrió el día antes de embarcarse hacia la isla. Un ferry llegó tarde, de modo que no pudo tomar el barco de conexión. Por la noche, logró organizar un cruce privado. Pero Tri ya tiene mucha experiencia en resolver los problemas cotidianos típicos de los viajes como este en Indonesia.
Una aproximación al futuro
Además de su trabajo, Tri mantiene un fuerte compromiso social. Cuando el tsunami arrasó la región en 2006, Tri viajó a la ciudad de Padang, terriblemente castigada, para trabajar como voluntaria. Como miembro de la organización de ayuda taiwanesa Tsu Chi International Medical Association, también ha colaborado en la reconstrucción posterior a varios terremotos graves. En 2014, obtuvo un nuevo título en enfermería que le permite seguir avanzando en su carrera.
Amirul tiene ambiciones similares para su futuro. Gracias a su trabajo esmerado, hace rato que terminó de reparar la máquina de diálisis en Blang Pidie. Debió reemplazar un componente electrónico, lo cual no supuso problema alguno para el joven técnico. Con gran dedicación, se ha familiarizado con el funcionamiento de estas máquinas de alta tecnología. “Pero aún no me alcanza con lo que sé. Quiero aprender mucho más sobre ellas”, explica al describir sus ansias de participar en el desarrollo de un mejor sistema de atención de la salud, que también redundará en un mejor proyecto de vida para su esposa y para él.